30 dic 2007

El cuentoo..!



Holaa! lo bueno se hace esperar! Pero aqui está el cuento de Rubén.
Lo ha sacado de un libro que luego nos dirá cuál es..pero en fin, leeroslo que es bonito :)

En Navidad falta Tagaste..., ganas de reuniones!
Feliz Navidad y feliz año nuevo :)


Había una vez, en las afueras de un pequeño pueblo, dos casas vecinas. En una vivía un afortunado y acaudalado agricultor. En la otra, una casucha humilde, vivía un viejecito.
El rico siempre hablaba de su dinero y el viejo de su fe.

-¡La fe!-se burlaba el rico-. Si como dices, tu Dios es tan poderoso, ¿Por qué no le pides que te envíe lo suficiente para no pasar las privaciones que padeces?
-Tienes razón- dijo el viejo. Y se metió en su casa

Al día siguiente el viejo tenia la cara llena de felicidad.
-¿Qué te pasa, viejo?
-No me pasa nada. Pero, siguiendo tu consejo, le pedí a Dios esta mañana que me enviara cien monedas de oro.
-Ah ¿sí?
-Si, le dije que me merecía un premio. ¿Te parece una cantidad excesiva?
-No importa qué me parezca a mí- dijo el rico, burlonamente-. Lo que importa es que no le parezca demasiado a tu Dios.
-Ah, no. Dios puede decidir si yo merezco el premio o no. Pero mi petición fue muy clara. Yo quiero cien monedas. NO aceptare veinte, ni treinta, ni noventa y dos, PERO TAMPOCO ACEPTARIA MAS
-Ja ja ¡si que eres exigente!, me gustaría verte manteniendo esta postura. Cada uno regreso a su casa. Por alguna razón, al rico le ponía nervioso el viejo, tenía que desenmascararlo y lo haría esa misma tarde. Preparo una bolsa con noventa y nueve monedas de oro y fue hasta la casa del vecino. El viejo estaba de rodillas, en una actitud de oración
-Dios querido, ayúdame en mis necesidades, creo que tengo derecho a esas monedas, pero recuerda, son cien. No me conformare con menos ni con más, cien.

Mientras este rezaba, el rico subió al tejado y le tiro las monedas por el hueco de la chimenea. Lentamente, se incorporó, se acercó a la chimenea, levantó la bolsa y le sacudió el hollín y la ceniza. El viejo cayó de rodillas y agradeció a Dios el presente. Una vez terminada la oración contó las monedas. ¡Había noventa y nueve! El viejo alzó su voz al cielo y dijo: “Dios mío: veo que tu decisión es cumplir el deseo de este pobre viejo, pero veo también que en las arcas del cielo no hay mas que noventa y nueve monedas… no obstante no quiero aceptar ni una moneda mas ni una menos”.

-Es un imbécil- pensó el rico
-… Por otro lado- siguió diciendo- eres para mi de absoluta confianza, por ello voy a dejar a tu libertad elegir el momento en que me enviarás la moneda que me debes.
-Traición, hipócrita,- dijo el rico

El rico empezó a golpear la puerta de su vecino
- Hipócrita- siguió diciendo, mentiroso tú y tu fe en Dios
-¿Cómo sabes lo de las noventa y nueve monedas?-pregunto el viejo
-Porque yo te las envié charlatán, dijiste que no ibas a aceptar menos de cien jaja
-Y de hecho no aceptaré menos, Dios me enviará la última cuando él lo decida.
-Él no te enviará nada, porque fui yo quien te envió esas monedas, fui yo
-No discutiré si fuiste el instrumento que utilizó Dios, pero el caso es que ese dinero cayo en la chimenea mientras yo lo pedía, y es mío
-¿Cómo que es tuyo? Esta bolsa y estas monedas son mías. Yo las envié.
-Los designios de Dios son incomprensibles para el ser humano-dijo el viejo
-Maldito seas tú y tu maldito Dios, devuélvemelo o te haré comparecer ante el juez.
-Mi único juez es Dios, pero si te refieres al juez del pueblo, no tengo ningún inconveniente en poner el problema en sus manos
-Pues bien vamos entonces
-Vas a tener que esperar a que me compre un carruaje, ahora no tengo
-No hace falta esperar, te ofrezco mi carruaje.
-De todos modos, debemos a esperar a que pase un poco el invierno, no tengo abrigo y mi salud no podría soportar el frío
-Te daré mi propio abrigo, ¿qué otra excusa tienes?

Llegados allí, el hombre rico se apresuró a pedir audiencia al juez, y cuando ese los recibió, le contó en detalle su plan para desacreditar la fe del viejo. El juez pregunto:

-¿Qué tienes que decir viejo?
-Señoría: me extraña mucho tener que estar aquí para confrontar a mi vecino por este tema, Este hombre nunca ha demostrado ser solidario, nunca ha tenido ninguna actitud caritativa con los demás ¿Quien podría creer que un hombre avaro como este podría haber puesto casi cien monedas y las haya arrojado por la chimenea del vecino? Me parece claro que este hombre me espiaba y al ver mi dinero, su codicia le hizo inventar esta historia.

El juez estaba asombrado. Los argumentos de ambos lo obligaban a tomar una decisión ¿cuál seria la más justa? En un momento el rico saltó la barandilla de madera y fuera de sí intento arrebatarle la bolsa al viejo
- Orden, orden-grito el juez
-¿Lo ve señor juez? La codicia le enloquece, No me extrañaría nada que comenzara a decir que el carro en el que vive es suyo, e incluso mi abrigo.
- ¡Por supuesto!- grito el hombre rico desesperado ya, todo es mío, la bolsa, el carruaje, el abrigo.
-Alto- dijo el juez que ya no tenia dudas- ¿no te da vergüenza quitarle a este pobre hombre lo poco que tiene?
-Pe… pero…
-Ni peros ni nada. Es usted un codicioso y un aprovechado, por haber intentado estafarle le condeno a una semana de cárcel y a pagarle a tu vecino quinientas monedas de oro
- Perdone señoría, creo que este hombre ha aprendido ya la lección, yo le pediría que levante la condena y le imponga una multa simbólica.
-Eres muy generoso, anciano, ¿qué propones, cien, cincuenta?
-No señor juez yo creo que el pago de una moneda será suficiente castigo

El juez dictó sentencia, el hombre rico, resignado, sacó una moneda y se la entrego al anciano.

El rico salió corriendo en su carruaje y marchó al pueblo. El juez saludó al viejo y se retiró. El viejo alzó los ojos al cielo y dijo:
-Gracias, Dios. Ahora si. No me debes nada

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Olaaa a todos, este cuento está sacado de un libro q seguro q alguno tiene, se llama "Dejame que te cuente" de Jorge Bucay, este cuento precisamente lo iba a utilizar para una redaccion de filosifía, pero a última hora me arrepenti y he decidido colgarlo en el blog.
Es un poco largo pero merece la pena, de verdad.

Y ya que estoy aqui recuerdo a los compañeros de confirmacion que el viernes 4 tenemos tómbola benefica en la Pza Constitución...

Un beso y q tengais una feliz entrada y salida de año!!!

Anónimo dijo...

Seran las fiestas navideñas que nadie se anima a escribir aqui... y ahora que se acercan las fechas en las que todos pedimos para nosotros (dia de Reyes) me gustaria pedir por vosotros, porque este año 2008 que ha entrado sea muy especial y os tragia aquello que os falta. No se si recordareis la campaña de la semana vocacional agustiniana de hace dos años: "Una cosa te falta..." Ahora toca su llegada. Saludos!

Anónimo dijo...

Seran las fiestas navideñas que nadie se anima a escribir aqui... y ahora que se acercan las fechas en las que todos pedimos para nosotros (dia de Reyes) me gustaria pedir por vosotros, porque este año 2008 que ha entrado sea muy especial y os tragia aquello que os falta. No se si recordareis la campaña de la semana vocacional agustiniana de hace dos años: "Una cosa te falta..." Ahora toca su llegada. Saludos!

Anónimo dijo...

holaa*

es largo pero sí, merece la pena..
en fin, no tengo mucho que comentar ni inspiracion tampoco x)

asi Q nada,
un besO!
feliz año!

=*

Anónimo dijo...

esta super bien el cuento
en serioo


muaak