28 ago 2007

Crónica del campamento por Román ツ ☆


Hola! Q tal?!

Buenoo!! pues hoy no voy a hblar..dejo paso a una crónica del campamento q Sonso le pidió a Román q escribiese para la revista LEA asi q..la dejo aqui porque de verdad q merece la pena leerla.

Porque s q nadie puede escribir asi, si no lo siente de verdad, nadie puede transmitir tantas cosas como el en las reuniones, ni me pudo marcarr tanto en la de la experiencia de Dios..., solo digo q si siento a Jesús tanto a través de Tagaste, él tiene mucha parte de la culpa....
Un beso.

Ha pasado una semana desde que volvimos del campamento y todavía saboreo con una sonrisa momentos que quedaron ya para el recuerdo. Han sido 10 días muy intensos, que para muchos han pasado volando, pero que sin duda ha nadie han dejado indiferente. Vivir una experiencia así ha sido un privilegio, por muchos motivos, pero sobre todo porque han sido 10 días llenos de Dios. Desde ese momento y como leí una vez, El Mundo está en las manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y correr el riesgo de vivir sus sueños…”

Llegados de Málaga, Valdeluz, El Escorial, Salamanca y Palma de Mallorca nos encontramos a las fueras de un pueblecito de Ávila. Así dio comienzo esta historia: NAVALUENGA’07, “CREANDO UN MUNDO MEJOR”. Historia que habla de reencuentros, y de nuevas y grandes amistades. De tiempo perdido y ganado, del sueño de una noche verano, de palabras y de gestos, de preguntas y respuestas, de soledad compartida, de familia, pero más que nunca de hermanos.

Durante los primeros días estuvimos conociéndonos entre nosotros y a nosotros (a algunos se nos habían olvidado cosillas…), exponiendo nuestros valores y los que la sociedad impone, los que están de moda y los que están por llegar. Vimos que no vivimos en un mundo perfecto, pero que los cristianos tenemos mucho que decir. Creamos países con nuevos ideales, inventamos idiomas, himnos y banderas, destruimos fronteras… Encontramos una ermita perdida en un monte ¡al jamás nadie subió! O por lo menos tan rápido… Nos bañamos en un río (que traía agua del polo Norte) con un perro que rompió todos nuestros balones, e incluso participamos de un concurso estupendo, FACTOR PEPIS, con sus castings y sus actuaciones, descubriendo grandes artistas, muchos de ellos con un futuro prometedor. Celebramos la eucaristía de manera compartida, y aunque más larga también más auténtica. Experimentamos el silencio y el perdón de Dios, y mil sensaciones que nos han hecho sentir especiales. Estuvimos bajo tierra, admirando las cuevas del Águila (Arenas de San Pedro), visitando Ávila y sus murallas. Reflexionamos sobre los rostros que nos rodean y han marcado nuestras vidas, y los que probablemente la marcarán. Cantamos, reímos, jugamos al parchís… y porque no decirlo también lloramos y es que el llanto es la oración que brota del sentimiento más profundo, del que se siente querido por Dios.

Pero la cosa no queda aquí descubrimos muchas maneras diferentes de orar (escribiendo, cantando, leyendo, viendo, oyendo...). Aprendimos a descubrir la presencia de Dios en el mundo, en los que nos rodean y especialmente en aquellos que están más lejos y lo pasan peor. Nos dimos cuenta que Dios camina de nuestra mano y está en nuestra casa, en nuestra familia y amigos, cuando hacemos deporte, o cuando nos quedamos dormidos en una oración. En las manos del que hace la comida o toca la guitarra, en las de aquel que me escribió una carta a la hora de cenar, en el gesto amable y la sonrisa sincera, en la llamada de teléfono del que se acordó que estábamos de campamento… Hemos compartido casa, tiempo, juegos, pan y chocolate e incluso nos atrevimos a desvelar experiencias intimas de Dios, en una dinámica que ninguno olvidaremos jamás… ojala algún día tengamos la suerte de vivir nuevamente momentos de tanta emoción y de tanta intensidad, porque ya no me acordaba que los jóvenes también sienten a Dios, muchas veces de manera tan cercana que no acertamos a verlo. He escuchado frases increíbles, pero la que lo resume todo es: “No sé realmente si Dios existe, pero estoy segura que entre todos hacemos que exista…”.

Algunos se han planteado su vida de nuevo, han dado sentido a su vocación, otros han encontrado su vocación, y muchos otros continuamos en búsqueda… pero todos, absolutamente todos hemos sido llamados por el Padre en estos días, y hemos decido a afrontar esa llamada, hemos decido apostar por crear un mundo mejor. El reto es complicado y a la vez ilusionante, pero esta es nuestra vida, la que nos hace felices, la que hemos elegido, o mejor dicho para la que hemos sido elegidos. Arrancar y denunciar, anunciar y construir; he ahí nuestro reto como parte viva del Pueblo de Dios. Sólo así podremos vivir en espíritu y en verdad, esa Verdad que todos llevamos dentro.

Termino con estas palabras de Paulo Coehlo, que siempre me han invitado a seguir luchando por aquello en lo que creo...

“Pobre del que tiene miedo de correr riesgos, porque ese quizá no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones, ni sufra como los que persiguen un sueño. Pero al mirar hacia atrás oirá que el corazón le dice: ¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días? ¿Qué hiciste con los talentos que tu Maestro te confió? Los enterraste en el fondo de una cueva, porque tenías miedo de perderlos, entonces esta es tu herencia: la certeza de que has desperdiciado tu vida.”

A los que probaron una gota de Dios y quedaron locos para siempre…



1 comentario:

Anónimo dijo...

Sublime. Increibles palabras de un hombre sabio... pero con el alma de un niño. Román ha sido y es una de las personas que mas me ha impactado en esta experiencia Navaluenguística (segun yo el -istico se puede aplicar a todo)por su forma de ser. Un ejemplo para todos.
A los y las que leeis este espacio que María crea con cariño poquito a poco os invito a lo siguiente: Creced y sed adultos, pero jamás olvideis cómo son los niños. Sed inocentes e ingeniosos. Como pone en la pared del Colegio Alfonso X: "Dejemos que los niños nos enseñen a vivir". Un saludo.

JotaeLe